jueves, 6 de agosto de 2009

PERU, TRANSITA SEGURO

Cultura de Tránsito, Cultura de Vida

La decidida y oportuna intervención de las diferentes autoridades de gobierno para la modificación e incorporación de normas relacionadas al tránsito, pueden marcar un hito hacia el desarrollo de una verdadera Cultura de Tránsito y Seguridad Vial en nuestro País.

Pero, para que las acciones tomadas sean eficientes, se consoliden y logren alcanzar las metas trazadas, se requiere de un trabajo permanente con la participación de todos, desde el Presidente de la República hasta el último guardián de nuestras fronteras; basando toda estrategia en la difusión de las normas contenidas en el Reglamento Nacional de Tránsito y motivando esencialmente el cambio de nuestra actitud en el uso de la vía sea como conductores, pasajeros o peatones.

Realmente estamos en el momento preciso para que de una vez por todas tomemos conciencia que somos las personas quienes tenemos el deber de controlar, darle tranquilidad y seguridad al tránsito, porque solo así lograremos ser eficientes en el uso de nuestras vías públicas, las mismas que debido a nuestro desconocimiento y equivocada conducta, hemos convertido en lugares indeseables, registrando un vergonzoso saldo de muerte y dolor que nos muestra ante el mundo como una sociedad sin educación ni valores. Amigo(a) lector(a), debemos saber que es precisamente en el uso de la vía cuando una sociedad demuestra su nivel cultural con el ejercicio de la responsabilidad, respeto, empatía y cortesía; donde el cuidado de la vida se convierte en un fin supremo.

No podemos quedarnos o esperanzarnos en el incremento de las sanciones como solución a la problemática. La gran tarea empieza con la EDUCACIÓN en tránsito y a todo nivel, entonces, partiendo del conocimiento de los parámetros para hacer uso eficiente de la vía pública, con toda seguridad desarrollaremos el anhelado criterio de PREVENCION como Cultura de Vida y solo así la Seguridad Vial será una realidad en nuestro País.

Todos tenemos derecho a observar y criticar cuando nada o poco se hace frente a cualquier problemática que afecta a nuestra sociedad, pero también es nuestro deber de ciudadanos aportar alternativas. En ese sentido van los alcances de la Campaña Ciudadana “USUARIOS DE LA VIA”, Iniciativa Privada de Responsabilidad Social y consecuentes con nuestra prédica, hemos alcanzado al Despacho Presidencial una propuesta para la reorientación positiva de algunos recursos y así crear el FONDO ÚNICO PARA EL FOMENTO DE LA EDUCACION Y LA SEGURIDAD VIAL. La Educación en tránsito debe ser Política de Estado.

Asimismo, creemos que ya es tiempo de que en nuestro País acudamos a la Psicología del Tránsito como disciplina que observe el comportamiento humano y el desarrollo de la seguridad vial. La intervención que hace la Psicología del Tránsito se relaciona con las actitudes y valores, con el aprendizaje y la educación, con el desarrollo personal así como la acción comunitaria. Es un imperativo involucrar activamente a las personas en el cuidado de su vida y del entorno, es por ello que la Psicología del Tránsito surge producto de la necesidad del ser humano y de las ciencias sociales por estudiar la relación hombre - uso de la vía.